El perro miedoso

Algunos perros, por algún motivo, no tienen confianza en sí mismos.

Por ese motivo hay que crear confianza en un perro que se asusta con facilidad.

El perro miedoso

Signos clásicos de miedo:  Orejas pegadas, mirada huidiza, labios hacia atrás.

A menudo vemos que un perro que se asusta con mucha facilidad ha sufrido abusos físicos, verbales, y/o carencias o inestabilidad emocional en el pasado. La causa es que el perro no ha recibido suficiente contacto con humanos, perros, u otras experiencias (socialización) mientras eran cachorros. Estos perros que no salen de la casa y no tienen la oportunidad de conocer otras personas y otros perros no desarrollan la confianza en sí mismos para enfrentar nuevas situaciones. Otro problema es que debido a su falta de confianza, estos perros desarrollarán mucha dependencia hacia algún/as personas u otros animales y manifestarán ansiedad ante la ausencia de éstos.

¿Qué hacer para darle confianza al perro?

Dale confianza a través de la obediencia. Inscríbete con tu perro en una clase de obediencia básica. Es importante que tú acompañes al perro a cada clase, y que el adiestramiento sea totalmente sin castigos.

Nunca es demasiado tarde para socializar. Comienza a socializar a tu perro. Sal a caminar con él al menos 2 veces al día. Llévalo a todos lados: a pasear, de compras, con los amigos, a la playa, a la montaña. Esta es una buena forma de salir de la casa, conocer nuevos lugares, nuevas personas, y así ir ganando confianza en sí mismo.

Protege el espacio personal del perro. No permitas que los extraños lo atosiguen. No les permitas acariciar el perro sobre su cabeza o detrás de sus orejas. Es preferible que le pidas que si lo quieren acariciar, lo hagan en el cuello o el pecho, lo cual resulta mucho menos amenazante para el perro.

Enseña a tu perro a jugar contigo. Juega a perseguiros donde el perro sea quien te persiga a ti. Si no te persigue cuando corres, intenta caminando hacia atrás y haciendo muchos gestos con las manos. Esto hará que tu perro se acerque a ti. Si tienes éxito, felicita al perro, vete, y vuelve a intentarlo más tarde. Juega al escondite. Juega con un nudo o una cuerda a tirar, alterna de vez en cuando que el gane y otras no. Aprovecha este momento para acariciarle.

Crea confianza con otras personas. Si tu perro le teme a la gente, pídele a alguna persona que se siente en el suelo dándole la espalda al perro, y que extienda su mano lentamente hacia el perro, con una galleta, un premio de comida. Permite que el perro vaya por la comida y repite una y otra vez. Gradualmente, la persona puede girar lentamente de modo que queden mostrando su perfil al perro, hasta llegar, con el tiempo, a poder colocarse de frente al perro. Evita el contacto ocular hasta que el perro deje de tener miedo de esta persona.

Crea una distracción. Al salir a pasear, cuando comiences a notar que tu perro comienza a asustarse ante algo (presta atención a sus ojos, a sus orejas que se pegan hacia atrás, su cola que se mete entre las piernas, su espalda que se arquea), dile «Corre!» y comienza a correr y luego a brincar y felicitarlo, o darle algún premio de comida. Aunque lo sigas notando algo ansioso, ignóralo y sigue felicitándolo. Eventualmente él comenzará a asociar las salidas con algo mucho más divertido, y confiar más en ti y en si mismo

No premies el miedo.

No acaricies a un perro y le digas » tranquilo,no pasa nada». A pesar de lo que nos pueda parecer, el perro no entiende nuestras palabras y así estás consiguiendo el efecto contrario a lo deseado. Esto es percibido por el perro como elogios, y lo único que hace es que el perro sienta que tener miedo es bueno. Ignóralo y vuelve al punto 6, animándolo así e indicándole que el problema no es real.

El bostezar es una señal de calma. Cuando tu perro esté nervioso o inseguro de una situación o una persona, deberías – junto con la otra persona – sentarse cerca del perro, mirar en dirección a un lado del perro, y bostezar continuamente. Es necesario bostezar durante un largo rato, como mínimo tres minutos, pero puede ser incluso más tiempo (10, 15 minutos o más). Inténtalo, y con el tiempo el perro debería sentirse más cómodo. Cada perro tiene sus propias señales de calma, observa a tu perro, aprende las suyas y utilízalas.

Evita el contacto ocular. Especialmente si tu perro tiene la costumbre de huir, o de orinarse. Cuando te acerques al perro, arrodíllate o siéntate, de manera de estar más a su nivel, gira tu cabeza hacia otro lado, y lame tus labios. Continúa haciendo esto hasta que el perro deje de estar nervioso o acerque su cara a la tuya en señal de amistad. Si esto ocurre, felicita los esfuerzos del perro con palabras suaves y una suave caricia en su pecho. Continúa evitando el contacto ocular. Al estar próximo a un perro asustadizo, es importante evitar el contacto ocular de modo que el perro no se sienta amenazado e inseguro.

Dale tiempo al perro.

Evita sobreestimularlo o presionar al perro demasiado o demasiado rápido. Permite que sea el mismo perro que decida cuánto acercarse a otras personas, lugares, o cosas. Si lo presionas demasiado, crearás una neurosis que será aún más difícil de tratar.

Habitúalo al contacto. Si el perro tiene miedo al contacto humano – incluso de ti – acaricia al perro en forma inesperada mientras caminas. Hazlo rápidamente y en forma amistosa, y sigue caminando. Es probable que el perro se asuste y se sorprenda. Al acercarte por sorpresa, le estás enseñando que el contacto no tiene consecuencias (tú simplemente sigues caminando) y aprenderá que el ser tocado no es algo malo.

El miedo genera estrés. El ejercicio es una de las mejores formas de deshacerse del estrés, así que asegúrate de que tu perro reciba el ejercicio adecuado. Si a tu perro le gusta estar con otros perros (si no lo sabes, haz la prueba y averígualo), te sugiero que le encuentres un amigo con quien jugar al menos una vez a la semana, o más si es posible. Es muy importante para los perros el tener un compañero canino. Otro perro puede calmar el estrés mucho mejor que cualquier otra cosa. Asegúrate de permitir que los perros puedan jugar sin restricciones (a excepción de una cerca) hasta cansarse. Esta bien puede ser una de las mejores terapias para un perro miedoso.

Tiempo de calidad. Pasa tiempo de calidad con tu perro, uno a uno, sin la presencia de otros perros. Juega a lanzar y recobrar, a cazar (el perro te caza a ti), y a las escondidas. Es ideal que pases tiempo con cada perro en forma individual, durante 5 a 20 minutos cada día. Los perros que necesitan ganar confianza, necesitan de nuestra ayuda. Dedica un poco de esfuerzo y dedicación y valdrá la pena.

Articulo de Eva Cobo, Educadora Canina y Colaboradora de SOSGOLDEN