Su historia
Vagabas por la vida sin rumbo y sin prisas. Pedías a cada persona que te cruzabas un lugar que te enseñase una rutina, una estabilidad, que las caricias fueran constantes. Con tu sonrisa eterna lo estamos consiguiendo. Eres de lo más dulce, tu cuerpo derrocha alegría. Nos contagias de tu ilusión. ¡Pometa guapa!