
ENTRADA: 22/09/2017
FECHA DE NACIMIENTO: 21/09/2016
RAZA: Golden Retriever
SITUACIÓN: acogida
SALUD: Buena.
SEXO: Hembra
CARÁCTER: Es miedosa por lo que le ha tocado vivir, pero va mejorando poco a poco. Es muy buena y cariñosa, aunque más miedosa que su hermana Brisca, pues le ha tocado sufrir más Se lleva bien con niños y adultos, pero también necesita que respeten su espacio y no la agobien. Se lleva bien con otros perros, pero no con gatos. Está aprendiendo a vivir en una casa.
HISTORIA: Onza y su hermana Brisca fueron incautadas a la edad de cinco meses, con una historia de malos tratos, y un estado de semi-abandono. A partir de allí han tenido que pasar varios meses hasta que nos hemos podido hacer cargo de ellas.
Han tenido que pasar por continuas curas de su cuerpo, pues presentaban una pioderma muy fuerte. Por ese motivo ambas tienen miedo y son muy sensibles a las manipulaciones. También a los movimientos bruscos y ruidos fuertes. Su cuerpo tiene cicatrices que nos recuerdan esos momentos tan duros que les ha tocado vivir. A Onza además le fracturaron el cuello de su fémur izquierdo antes de los cinco meses de edad, y soldó en una posición inadecuada; por lo que hemos tenido que operarla y realizarle una artroplastia (consiste en cortar la cabeza del fémur), y se está recuperando muy bien. Ella ya quiere correr y saltar, pero no podemos dejarle hasta que transcurra un mes, y de forma progresiva.
Nunca había vivido dentro de una casa, pero en 15 días de acogida y paciencia, está aprendiendo a hacer sus necesidades en la calle. Es muy limpia y se pone nerviosa cuando no puede salir; no le gusta hacérselo en casa.
Pasea bastante bien con correa. Se lleva bien con otros perros, aunque es algo protectora de recursos (hay que tener en cuenta que ha tenido carencia de todo). Gruñe a otro perro para avisar y que no vengan a quitarle su hueso o su juguete, o si se acercan mucho cuando tiene algo que le interesa. También hay que considerar que tiene dolor.
La adaptación tiene que ser progresiva; los cambios están siendo muy grandes, y no podemos exponerlas a demasiados estímulos y situaciones nuevas de golpe. Todo debe hacerse poco a poco. Con mucha paciencia y empatía; respetando sus tiempos.
Igual que las presentaciones con otros perros. Ahora mismo se le han presentado perros por la calle, pero todavía no ha tenido encuentros en un espacio abierto, salvo con los otros perros con los que convive en su casa de acogida. Entre otras cosas porque no puede correr y saltar hasta que el hueso quede bien consolidado.